La carta de tarot del Diablo se relaciona con el signo de Capricornio y el planeta Saturno.
Su color asociado es el rojo, que simboliza la pasión y la energía. Algunas esencias de flores que pueden ser útiles para trabajar con la energía del Diablo son el jazmín, la rosa y la lavanda, que ayudan a promover la sensatez, la claridad mental y el autoconocimiento.
Algunas gemas y minerales que se asocian con el Diablo son el jade, la amatista y el ágata, que se dice que tienen propiedades curativas y protectoras.
En la numerología pitagórica, el número asociado con el Diablo es el 15, que simboliza la liberación y la transformación. El Diablo se considera una carta de tentación y seducción, y se dice que representa la lucha contra los deseos y la compulsión.
Algunas interpretaciones del Diablo también lo relacionan con la parte del cuerpo humano de las caderas y las piernas, ya que se dice que representa la estabilidad y la fuerza.